por :Lérida Lázara Acosta de la Luz
Una preocupación primordial del ser humano ha sido siempre el mantener su salud en buen estado, por lo que es evidente que la utilización de las plantas medicinales se remonta al momento mismo del surgimiento y evolución de la especie humana sobre el planeta.
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Foto tomada de internet |
La sociedad humana, en todas las épocas, ha acumulado un vasto arsenal de conocimientos tradicionales sobre el uso de las plantas desde el punto de vista terapéutico, iniciando así el conocimiento empírico de la Fitoterapia; indudablemente ésta es la medicina ancestral por excelencia, situación que se evidencia con el gran número de plantas medicinales empleadas por las sociedades en el mundo y su importancia en escritos religiosos de diferentes culturas.
En el presente las plantas medicinales juegan un papel importante en el cuidado de la salud de las personas en el mundo, especialmente en países en desarrollo, donde aproximadamente el 80 % de la población todavía usan la medicina tradicional derivada de plantas para tratar enfermedades en humanos, además son fuente exclusiva de algunas drogas que se emplean en tratamientos médicos nuevos; puede decirse que alrededor del 25 % de las drogas en la farmacopea moderna son derivadas de plantas y muchas otras son sintéticos análogos construidos de componentes prototipos aislados de plantas.
Como recurso estratégico en lo referente a la obtención de nuevos compuestos químicos y productos para fines farmacéuticos en la búsqueda de alternativas naturales para el cuidado de la salud hace que el consumo de plantas medicinales crezca año a año
El crecimiento que en la última década del siglo pasado tuvo el comercio mundial de plantas medicinales a causa de la tendencia a consumir más productos naturales -los usuarios de países desarrollados porque ven una opción menos cara y más segura y los de los países en vías de desarrollo porque tienen en esta medicina su principal alternativa debido al encarecimiento de los medicamentos- resulta algo verdaderamente impresionante, esto ha llevado a la población del mundo a buscar alternativas de salud en la medicina tradicional, en particular en la herbolaria, lo que ha provocado un incremento fuera de precedente en el consumo de medicamentos herbarios; en 1996 el comercio mundial excedía los 2,5 billones de dólares, manteniéndose un crecimiento sostenido de ventas hasta nuestros días.
Los beneficios que se derivan del empleo de las plantas medicinales van adquiriendo a nivel mundial cada vez mayor importancia. Experiencias recientes demuestran que diversas especies de plantas, especialmente en los trópicos, contienen un enorme potencial de compuestos químicos, fuentes de drogas contra el cáncer, la malaria, enfermedades parasitarias, desórdenes diarreicos, enfermedades infecciosas (como el SIDA), enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias. Se ha demostrado también el papel positivo de algunas plantas en el control de la concentración de colesterol en sangre, hipertensión arterial, diabetes, hepatitis, desórdenes mentales, etc.
Otras especies de plantas reconocidas por sus propiedades demostradas, son ricas en vitamina C, como por ejemplo los cítricos, la guayaba y la acerola; la vitamina C considerada como el mejor antioxidante que existe, refuerza los sistemas inmunológicos, ayuda a disminuir la concentración de colesterol, se utiliza en tratamientos contra el cáncer y en las enfermedades cardiovasculares, es fundamental para mantener una buena visión, mejora la absorción del hierro y combate el estrés.
Países como China, Cuba, Sri-Lanka, Tailandia, Viet Nam y otros han inscrito oficialmente en sus programas de salud el empleo de la medicina tradicional y en especial la fitoterapia, la que ha resultado ser más útil que la medicina moderna para el tratamiento de ciertas enfermedades crónicas, con menos efecto secundario, además de ser más económica.
Como región América Latina concentra la mayor diversidad de vegetales del planeta, cuenta con más de 55.000 especies conocidas, de las cuales aproximadamente 10.000 contienen principios activos de potencial utilidad terapéutica, lo que representa un interesante recurso que, sin embargo, se encuentra muy poco utilizado.
Las Plantas Medicinales gozan de prestigio como agentes terapéuticos dentro de la Medicina Tradicional prefiriéndose por lo general en las Comunidades recurrir a ellas, por lo que resulta de interés conocer su real efectividad para facilitar la mejor orientación respecto a su empleo. Ellas pueden representar no sólo la solución de problemas de salud, sino también aportar elementos enriquecedores al trabajo en nuestra Comunidad. En resumen, las Plantas Medicinales en el Marco Comunitario pueden constituir una estrategia de desarrollo sostenible resolviendo problemas culturales, sociales y económicos.
En las condiciones de Cuba donde se concentran esfuerzos en encaminar las posibilidades de la fitoterapia en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud (SNS), esta se presenta como una oportunidad encaminada a saber insertarla en el Programa de Atención Primaria de Salud que tiene como prioridad la prevención de enfermedades y la rehabilitación del paciente.